Entre Chismes anda el Diablo

Los Chismes

Lo inevitable sucedió: Gracias a los chismes de Lilith ya toda la vecindad se enteró de que María está embarazada, que el niño no es de José (porque las cuentas no salen, José se fue a trabajar hace más de cuatro meses a provincia y el embarazo ya lleva 3 ¡qué escándalo!), y ya hasta los papás de María se fueron de la vecindad por la vergüenza. Para su mala suerte, Gabriel no puede hacer nada por evitarlo. ¡El Pecado va ganando la partida!

	José por fin ha regresado de su trabajo temporal. María tiene que enfrentarlo para darle la noticia y tratar de contrarrestar los chismes que seguramente ya llegaron a oídos de José. Lo cita en un parque y tratará de contarle la verdad. En el momento preciso, María no puede articular palabra, ¿cómo podría explicarle lo sucedido a Jose? ¿cómo podría José creer que la embarazó el Espíritu Santo? José se deja ir por los chismes y, herido en su orgullo, termina por separarse de ella.

Lilith una vez que se entera de la separación de la pareja, tratará de aprovechar la oportunidad, así que de inmediato se dirige al cuarto de José, acompañada de una botella de vino, para "consolar" al carpintero y terminar por separarlos. Pero al Ángel también se le ocurrió ir a platicar con José, solo que este lleva pan y leche, para convencerlo de que tiene que apoyar a María contándole toda la historia. Inevitablemente se encuentran en el mismo sitio y cada quien luchará por el alma de José. Al mismo tiempo, María es acompañada por Benigna y Casilda que también comparten la idea de que con alcohol las penas son menos. Ellas la convencen de que vaya a hablar con José y le cuente toda la verdad, aunque ni ellas mismas estén convencidas de la peculiar historia.

	Finalmente, el Ángel convence a José, aprovechando que el Pecado se fue embriagando poco a poco; por el otro lado, las vecinas han convencido a María de buscar a José para conciliar las diferencias. La pareja se reencuentra y deciden irse de la vecindad para alejarse de los chismes que no los dejarán vivir en paz.

Página Anterior

La Anunciación

Página Siguiente

La Huida

Regreso a

Página de Inicio